Evitar la patología es preferible a curarla. Por lo tanto, la gente no parece muy receptiva a los mensajes de prevención de la salud pública (cuando existen…). ¿Por qué? ¿Y qué son las mejoras soluciones para prevenir las patologías a nivel personal?
La salud tiene una importancia capital para cada uno. Sin embargo, cuando se trata de tomar las riendas de su salud, las cosas se complican un poco… ya conocemos los principales mensajes de salud pública, pero nos cuesta respetarlos.
⅓ persona fuma
½ es sedentaria
¿Cómo explicar el fracaso colectivo de la prevención? y cómo podemos mejorar nuestros comportamientos a nivel personal?
¿Por qué la prevención pública no funciona?
El problema de los mensajes colectivos, comunes a todos, es que la gente no se siente identificada. Solemos pensar que son importantes para los demás, pero no para nosotros.
La primera razón es que cuando tenemos una buena salud, es difícil proyectarnos. Nos sentimos invencibles. No entendemos por qué tendríamos que cambiar nuestros hábitos si todo está parece bien. O seleccionamos los mensajes de prevención: “no realizo actividad física pero no es grave porque como equilibrado.”
Nuestro capital de salud se degrada progresivamente en silencio, mientras pensamos que todo está bien.
4 consejos para mantener tu salud
Hay que entender que las soluciones más básicas, son las más eficaces. Es más, son las más simples a adoptar. Solemos subestimarlas.
1 – Mejora la calidad de tu sueño
¡Sería necesario escribir un artículo entero para tratar este tema! Un buen sueño es fundamental para tu salud física y para el buen funcionamiento de tu sistema inmunológico. Deberías respetar el tiempo de descanso que TU necesitas pero también respetar el buen horario para acosarte. Hay que procurar acostarse y levantarse todos los días a la misma hora.
2 – Realiza una actividad física
Todas las patologías tienen un punto en común (incluido el COVID): practicar una actividad física adaptada ayuda a defender el cuerpo contra la patología. Y al revés, no realizar actividad física conduce a favorecer la patología. ¿Y sabes qué? La actividad física mejora la calidad de tu sueño!
Si quieres realizar una actividad física equilibrada y sin riesgo de lesionarse, proba mis clases de movilidad en el Método Funcional.
3 – Cuida tu alimentación
Practicar una actividad física regularmente no significa que puedes comer cualquier cosa. Pero cuidar tu alimentación no significa tampoco que no puedes realizar excesos de vez en cuando. Intenta la regla 80% – 20% : 80% de tu alimentación equilibrada y variada y 20% menos equilibrada, sin culpabilizar. ¿Me crees si también te digo que una buena alimentación mejora también la calidad de tu sueño?
4 – Educate
Cultiva tu curiosidad sobre la salud, informate. Sigue a expertos, no a influencers sin títulos. Aprende cómo funciona el cuerpo, pero sobre todo cómo funciona TU cuerpo. Escucha tu cuerpo, sea consciente de sus reacciones a un mejor sueño, a una mejor alimentación o a la actividad física. Leyendo mis artículos por ejemplo… o siguiéndome en Instagram o Youtube… jajaja
No pero, en serio… ¡sígueme!
Y tu… si tuvieras que cambiar solo un habito, cual seria?
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